jueves, 16 de abril de 2009

Un muerto y tres heridos dejó tiroteo entre agentes de la PM


Uno de los funcionarios está detenido de forma preventiva

Sabas Silva le pidió a todos los agentes de la Policía Metropolitana "que se cuiden" (Fernando Sánchez)
A Sabas Humberto Silva le tocó recoger el cadáver de su hijo en la avenida Andrés Bello a las 2:30 de la mañana del miércoles. Antes de llegar, guardó con fuerza la esperanza de que su muchacho de 24 años, Dany Silva, subinspector de la Policía Metropolitana, estuviera todavía vivo, tal y como se lo habían dicho por teléfono cuando lo contactaron para avisarle lo sucedido, pero todo se le desplomó al verlo tirado en el pavimento. Allí, mientras los efectivos del Cicpc adscritos a la División contra Homicidios fijaban lo ocurrido, otros funcionarios de la Policía Metropolitana le explicaban a Sabas que su hijo había muerto en un enfrentamiento, al parecer con un maleante, que respondió a tiros cuando le dieron la voz de alto, allí en la avenida Andrés Bello, sentido este-oeste, entre la iglesia Chiquinquirá y la Clínica Méndez Gimón. Según conoció extraoficialmente, en ese primer tiroteo, Jeison Barrios, el compañero de Dany, también resultó herido. Una bala lo alcanzó en la oreja derecha y se la partió. Jeison manejaba la moto y Dany iba de parrillero. Cuando cayeron, el piloto del carro huyó, según pudo ver Jeison, hacia Los Manolos. De inmediato se pasó la novedad por radio y un fuerte despliegue policial tomó la zona donde ocurrió el hecho y varias calles vecinas. Una hora más tarde, los funcionarios lograron dar con un carro parecido al que el sobreviviente había descrito. Tres parejas de motorizados lo siguieron y entre las 3:30 y 4:00 de la madrugada y se produjo el segundo encuentro a tiros. Otro funcionario resultó herido: José Burguillos, de 28 años. También resultó herido el que conducía el carro. Cuando revisaron el nombre del dueño del auto, resultó ser también un funcionario de la PM recién graduado: Robert Rivero, de 27 años. Rivero está detenido de forma preventiva mientras se determina si él fue el que protagonizó el primero de los tiroteos. Todo esto se lo contaron luego a Sabas mientras llegaba a la morgue de Bello Monte en la madrugada. Ya en la mañana, el entristecido hombre sólo recordó que vio a su hijo en la noche, cuando llegó a al casa -en el barrio Federico Quiroz en Catia- de un curso que hacía. "Le preparé comida... después se bañó, se puso su uniforme y salió". "Sólo le haré un llamado al presidente de la República... como hoy me pasó a mí le puede ocurrir a cualquier otro padre. Señor Presidente, ayude a esta Policía. Cómo es posible que lo que tienen estos hombres es BsF 12 mil para enterrarlos, eso es un insulto... A los agentes que quedan y que dan todo por esta Policía, cuídense". "Hoy me quitaron a mi brazo derecho, era mi hijo mayor de dos varones y una hembra... esto no puede seguir así... Mi muchacho era sano, responsable, trabajador y muy estudioso, quería ser abogado".

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