El Observador - RCTV Internacional: “Cassata Blanca” y 1 más.

Cassata Blanca

Posted: 25 Nov 2012 12:00 PM PST

Imagen tomada de Google

Hoy puedes lucirte con esta suculenta Cassata Blanca…

¿Qué necesitas?

Cassata

500 ml de crema de leche
500 ml de chocolate blanco
3 yemas
6 cucharadas de azúcar
1 cucharada de esencia de vainilla
3 claras
100 gde almendras
Chocolate negro para decorar

Salsa

500 gde fresas
50 gde mantequilla
70 gde azúcar
50 ml de coñac

¿Cómo prepararla?

Coloca la crema de leche en una olla y lleva al fuego hasta que rompa el hervor. Retira y agrega el chocolate picado. Tapa la olla y deja reposar durante cinco minutos. Mezcla bien y deja entibiar. Bate las yemas con la mitad del azúcar hasta obtener punto cinta. Retira, perfuma con la esencia de vainilla y deje entibiar. Une ambas preparaciones mezclando con suavidad.
Bate las clras a punto de nieve, vierte el azúcar restante en forma de lluvia, sin dejar de batir hasta obtener un merengue liso. Incorpóralo a la mezcla anterior, alternando con las almendras picadas, con movimientos suaves y envolventes. Forra un molde para pudín inglés con papel transparente o papel de aluminio, vierte la preparación y tápalo también con papel transparente o de aluminio. Refrigera por lo menos durante 3 horas hasta que la mezcla solidifique.
Para la salsa, lava las fresas y retira el cabito. Funde la mantequilla en un sartén y agrega el azúcar. Incorpora las fresas y cocina durante tres minutos, vierte el coñac y enciende la preparación con el fuego de la hornilla, inclinando el sartén.
Retira la cassata del congelador, desmolda y retira el papel con cuidado, Decora con chocolate negro, picado, rallado, cortado en láminas, rulos o virutas, Corta en porciones y sirve acompañados de las fresas flambeadas

¡Que la disfrutes!

25 de noviembre, día de Santa Catalina de Alejandría

Posted: 25 Nov 2012 03:30 AM PST

SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA : Nació en Alejandría (Egipto) en el siglo III, en el seno de una noble familia rodeada de criados y riquezas, aunque no hay precisión de estos datos.

Todos los que escriben sobre ella nos la presentan como una gran estudiante, especialmente en “letras”. Alejandría estaba por aquél entonces bajo el dominio del emperador Maximino, que hacia el año 310, promulgó un edicto, en el que ordenaba que acudieran a la ciudad todos los habitantes de la comarca para ofrecer sacrificios a los dioses, castigando severamente a cuantos se negasen.

Dice la tradición que nuestra santa se presentó ante él y mantuvo un largo debate sobre el creador del mundo y las leyes que lo rigen. Maximino, profundamente impresionado por su belleza y sabiduría, decidió encontrarse de nuevo con ella en otra ocasión para seguir debatiendo. Lo que no sabía nuestra santa, es que el emperador reuniría a los 50 sabios más importantes de la ciudad. La víspera de este gran debate, un ángel se apareció a Catalina y le dijo que no temiese, pues el Cielo le comunicaría abundancia de luz.

Llegó el día y sentaron a Catalina en medio de los filósofos y el más anciano de todos ellos fue el primero en hablar. Intentó persuadirla de que debía adorar al Sol bajo el nombre del dios Apolo. Adujo que el astro rey es el que rige las estaciones del año, fertiliza los campos, pinta las flores y produce los metales en las entrañas de la tierra. Catalina respondió: “Si el Sol es el más hermoso de todos los astros, toda la luz con que brilla se la debe a la magnificencia de Dios”. Nuestra santa añadió que el mismo Sol se oscureció cuando Jesús murió en la cruz. La verdad es que Santa Catalina dijo muchas más cosas que convencieron no solamente al filósofo más anciano, sino a todos los que participaban en aquel debate que rehusaron contradecirla. El emperador Maximino, furioso, condenó a muerte a todos ellos y después sometió a Catalina al martirio en la rueda de molino llena de clavos.

Aparece como vencedora en la palestra de la razón y vencida por la fuerza de las armas en el martirio de rueda con cuchillas que llegan a saltar hiriendo a sus propios verdugos y por la espada que corta su cabeza de un tajo.

Sea lo que fuere en cuanto se refiere a la historia comprobable, lo cierto es que la figura de nuestra santa lleva en sí la impronta de lo recto y sublime que es dar la vida por la Verdad que con toda fortaleza se busca y una vez encontrada se posee firmemente hasta la muerte. Esto es lo que atestigua la tradición, la leyenda y el arte.

Santa Catalina fue mártir, que, según la tradición, fue una virgen de Alejandría dotada tanto de agudo ingenio y sabiduría como de fortaleza de ánimo. Su cuerpo se venera piadosamente en el célebre monasterio del monte Sinaí.

La veneración de los restos de santa Catalina en el monte Sinaí y la celebridad del monasterio ortodoxo que lleva su nombre y que los guarda, ha hecho que casi haya disminuido la figura del mismo Moisés. Se la venera tanto en Oriente como en Occidente. Los aficionados al saber la tienen como patrona.