lunes, 17 de diciembre de 2012

El Observador - RCTV Internacional: “Bolitas de Chocolate” y 1 más.

El Observador - RCTV Internacional: “Bolitas de Chocolate” y 1 más.

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Bolitas de Chocolate

Posted: 17 Dec 2012 12:00 PM PST

Imagen tomada de Google

¿No sabes qué preparar  como acompañante al momento de servir el té?, tranquila aquí te ofrecemos la solución.

¿Qué necesitas?

  • 165 gde galletas de vainilla, molidas
  • 25g de chocolate amargo rallado
  • 5 cucharadas de leche condensada
  • 2 cucharadas de nueces picadas finas
  • 1 cucharadita de vainilla
  • 2 cucharadas de chocolate en polvo

 

¿Cómo prepararlas?

  • En un bol coloca las galletas, el chocolate, la leche condensada, las nueces y la vainilla. Revuelve hasta formar una masa.
  • Forma bolitas del tamaño de una nuez con la mezcla de galletas. Pasa por la mezcla de chocolate y coloca en cápsulas blancas de papel.
  • Refrigera hasta el momento de servir.

Nota: También son ideales para servir en cumpleaños de niños.

17 de diciembre, día de San Lázaro

Posted: 17 Dec 2012 03:56 AM PST

Lázaro fue un judío de buena posición social, perteneciente a una familia muy conocida en toda Palestina y muy relacionado con familias distinguidas de Jerusalén. Vivía en Betania, pequeña aldea situada a quince estadios de Jerusalén, junto al camino que unía la capital teocrática con el valle del Jordán. La familia se componía de tres miembros: Lázaro y sus dos hermanas, Marta y María. Nunca se habla de sus padres ni de otros familiares, señal de que aquellos habían pasado a mejor vida y de que los tres hermanos vivían solos en la casa. De vez en cuando se aumentaba la familia con la llegada de Cristo y de sus apóstoles, que encontraban en casa de Lázaro amplio y cariñoso acogimiento.

En sus viajes de Jericó a Jerusalén pasaba Jesús junto a Betania y no dejaba nunca de entrar a saludar a su familia amiga. Otras veces, cansado de luchar en Jerusalén contra los escribas y fariseos, tomaba al anochecer el camino de Betania y descansaba allí de sus fatigas apostólicas. No era Lázaro el jefe de familia, o, al menos, no era él el encargado de obsequiar a los visitantes y de llevar el peso de la casa. Estas funciones de amo y dueño de casa las ejercía su hermana Marta, acaso porque Lázaro fuera mucho más joven que ella o porque la enfermedad le imposibilitaba ejercerlas por sí mismo.

Dicen los biógrafos que entre la familia de Lázaro y Jesús existía una amistad sincera y profunda. No especifican los evangelistas en qué radicaba esta confraternidad, pero una piadosa tradición afirma que ello se debía a que Lázaro llevaba una vida profundamente religiosa, ajustando su conducta a las prescripciones de la ley mosaica. Apenas hubo oído hablar del Salvador y le hubo visto, se prendó del mismo, convirtiéndose en su verdadero discípulo. Tanto Lázaro como sus hermanas formaban parte, muy probablemente, de un grupo de piadosos israelitas que esperaban la redención de Israel. Eran muchos los que anhelaban oír la voz del Mesías, tantas veces preanunciado por los profetas, para deshacerse de la antigua ley, desfigurada por los fariseos, y abrazar !a ley de gracia.

Es también posible que la familia de Lázaro formara parte del movimiento religioso capitaneado por un grupo monástico residente en la región de Qumrán, al noroeste del mar Muerto, que que se obligaba, entre otras cosas, a ejercer la hospitalidad.

A Jesús le afectó profundamente la muerte de Lázaro y dicen que frente a la tumba de Lázaro, se estremeció y lloró. Las lágrimas son palabras del corazón. Manda Jesús que se quite la losa del sepulcro y con voz fuerte exclama: Lázaro sal fuera. Salió el muerto atado de pies y manos y el rostro envuelto en un sudario. El Dominador de la muerte, ante la estupefacción de los presentes, añadió: Soltadle y dejadle ir (Jn 11,17-44). Las delicadas manos de sus dos hermanas apresúranse a cumplir el mandato de Cristo, soltando las trabas que oprimían el cuerpo redivivo del que hacía cuatro días que había muerto.

El milagro tuvo gran resonancia; el nombre de Lázaro corría de boca en boca y su persona habíase convertido en signo de contradicción. “De la misma manera que el sol brilla sobre el barro y lo endurece, y brilla sobre la cera y la ablanda, así este gran milagro de nuestro Señor endureció algunos corazones para la incredulidad y ablandó a otros para la fe” .

El pueblo sencillo acudía a Betania llevado por la curiosidad de ver a un ser redivivo, saludar a la familia y congratularse con ella del gran milagro que en su favor había obrado Cristo. Para los que le habían visto muerto y cerrado durante cuatro días en el sepulcro, era Lázaro una prueba irrefutable del poder taumatúrgico de Cristo.

La primera tumba de Lázaro en Betania sigue siendo un lugar de peregrinaje hoy en día, sería la que le acogió cuando fue resucitado por Jesús, y la única que podría ser su auténtica.